Clima
Leioa se halla en la zona de influencia del clima atlántico, caracterizado por inviernos suaves, olas de frío excepcionales, una oscilación máxima de 11ºC y una temperatura media de 14ºC, precipitaciones entre los 1000-1200 mm y predominio de los vientos húmedos del NO.
Datos geográficos
Su relieve es poco accidentado, con una altitud media inferior a los 50 m, y está configurado por la existencia de numerosos ríos y arroyos que discurren entre suaves colinas, desembocando en una vega baja situada junto a la ribera de la ría.
Los montes más altos son Kurkudi (126 m), Bolumburu e Ikea. Desde estos altos discurren los numerosos arroyos que surcan el municipio en sentido Norte-Sur, dando lugar a su paso a la formación de pequeños barrancos. En la mitad Sur, las altitudes son inferiores a los 50 m., con abundantes espacios llanos generados por las vegas de Udondo y Lamiako, destacando en el centro el alto de Artatza, de tan solo 76 m. Prácticamente a nivel del mar se sitúa la vega de Lamiako, formada en la margen derecha del río Udondo en su confluencia con el río Gobela, antes de su desembocadura en la ría.
Etimológicamente, la palabra Leioa -antes Lexona y después Lejona (hasta el 21 de diciembre de 1979)-, según Iturriza y algunos otros autores, provendría de "leiho-ona", buen mirador, haciendo referencia al horizonte visual desde las colinas de Artatza. Según otros autores como Trueba, derivaría de "elexa-ona" (buena iglesia). En ambos casos la denominación de la anteiglesia guarda relación con el medio geográfico, y más en concreto con el relieve.
En lo que se refiere a la hidrografía, el río Udondo marca el límite oriental del municipio. A su paso por Leioa, el Udondo recoge las aguas de los arroyos Urgitxi, Iberre, Lertutxe -en cuya cabecera se encuentra el pantano del mismo nombre-, Mendibil y Elexalde, antes de enfilar su curso en dirección Norte-Sur para confluir, cerca de su desembocadura, con el río Gobela. Este, antes de que su cauce fuese modificado según los proyectos del arquitecto Pedro de Belaunzaran, atravesaba el municipio de Leioa (donde el arroyo Kurkudi le aportaba sus aguas), procedente de Getxo, en dirección Suroeste-Noreste. Cuando su cauce fue alterado debido a la industrialización y a los aportes de arena, comenzó a discurrir de forma paralela pero contraria al curso de la ría, para desembocar en ella tras unirse al río Udondo. En su tramo final, ambos ríos tomaban durante unos metros el carácter de ría, viéndose afectada su desembocadura por el flujo de las mareas.
Las marismas de Lamiako se localizan al borde de la ría, a la derecha de la carretera de acceso a Las Arenas. Esta zona, que hasta hace solo un siglo se inundaba con las mareas, se unía con las marismas de Astrabudua formando un complejo marismal de cordones de dunas y lagunas salobres que se extendía desde Asúa hasta Algorta.
En cuanto a su estructura y geología, Leioa se localiza en el flanco sur del Sinclinorio de Bizkaia, con estructuras y series de orientación SE-NO. Hallamos en el municipio muestras de margas, calizas arcillosas, areniscas y lutitas del Cretácico Superior. Sobre estos estratos se depositaron en el Terciario (durante parte del cual Bizkaia estuvo sumergida) calizas, margas y areniscas. A mediados del Terciario, la orogenia alpina y las erupciones volcánicas crearon depósitos de rocas volcánicas. Los materiales cuaternarios, gravas, arenas y depósitos aluviales, quedaron depositados tras la trasgresión marina que tuvo lugar hace unos 100.000 años. La composición litológica del municipio es predominantemente calcárea y, desde el punto de vista edafológico, las tierras son pardas de componente calizo de regiones húmedas.
La vegetación de la parte baja de Leioa es la típica de marismas y arenales costeros. En la zona que recibe el influjo directo de la marea predominan los herbazales de juncos de talla elevada (Juncus maritimus) y pequeños céspedes de juncos menores, praderas densas y altas de Festuca rubra y, a medida que disminuye la humedad y donde apenas llegan las mareas y predomina el agua dulce, aparecen los carrizos, que cambian totalmente el aspecto de la marisma. A consecuencia de la acción humana, la vegetación de esta zona se halla muy deteriorada.
En el interior del municipio predominan los pastos, aunque aparecen restos de especies arbóreas dominantes en el pasado: encinar y robledal, así como vegetación típica de la ribera de los ríos y algunas repoblaciones de eucalipto, en consonancia con la vegetación típica de bosque caducifolio que en otras épocas había en la zona de Uribe y que prácticamente ha desaparecido (hayedo, roble albar y marojales, y de modo aislado tejos, fresnos, avellanos, arces, tilos, olmos y acebos en el piso superior o montano; roble pedunculado, encinar cantábrico en las laderas calcáreas, avellanos, abedules, arces y fresnos en el piso inferior o colino).