Septiembre se nos ha echado encima y, junto con el mes, también las rutinas más habituales. Tras un agosto en el que siempre, y este año igualmente, parece que la vida diaria se ralentiza, el ritmo ha vuelto a nuestra pequeña localidad.
Un ritmo que, además, ha venido acompañado con una variada actividad cultural en nuestros espacios públicos, plazas, calles y parques, que han evidenciado unas ganas de la gente por disfrutar.
Las fiestas de Ondiz y Udondo, el Musikale, las variadas actuaciones entorno a Herrigune... son buen ejemplo de todo ello. Y el mes finaliza además con las fiestas de Txopoeta. Unas fiestas que ponen punto y final a un periodo que arrancó en Mayo con las de Lamiako, y continuó con Sanjuanes, Txorierri, Pinueta, Santi Mami y San Bartolomé. Se va el verano, se van las fiestas.
Encaramos por ello un nuevo otoño en el que nos volvemos a encontrar con nuevos retos y con tareas pendientes. Y la más fundamental de todas es, sin duda alguna, la de seguir generando actividad económica que permita crear empleo y repartir riqueza. Y también en esta materia arrancamos con buen pie. Las obras de construcción y urbanización del Parque Científico de Leioa en terrenos de la Universidad, las distintas promociones de vivienda en el municipio y el diseño del Plan de Empleo Local son realidades que suman en esta dirección.
Leioa y sus vecinos y vecinas sufrimos los embates de una crisis económica global. Pero tenemos fortalezas, oportunidades y herramientas para poder aportar soluciones también desde lo local. Es labor nuestra.